domingo, 9 de septiembre de 2012

Puerto Maldonado: entrada de la Amazonía



Puerto Maldonado es la capital del departamento selvático de Madre de Dios. Es una ciudad del suroriente del Perú que se caracteriza por su clima caliente tropical —el bochorno se siente de golpe ni bien se baja del avión— y su pujante desarrollo urbano, que va llegando a pasos agigantados tras la inauguración de la Carretera Interoceánica en 2010. Gracias a esta vía transfronteriza, que une esta parte del país con Brasil, numerosas caravanas de viajeros llegan a la región desde el gigante de Sudamérica, hacen turismo, dejan divisas y generan empleo. Toda una cadena productiva que ha propiciado un despegue económico.

Confieso que en abril de este año pasado recién tuve la oportunidad de visitar Puerto Maldonado. Anteriormente, mis intenciones de conocerla habían fracasado, principalmente, por lo exigente del trabajo en Lima. Pero esta vez tenía que quitarme la espina sí o sí. Una vez allí, sabía que no iba a encontrar edificios altos, con diseños de vanguardia, ni casonas coloniales o pomposas catedrales de estilo neoclásico (un rasgo que define a la mayoría de ciudades y pueblos de nuestra Sierra). A pesar del incipiente progreso urbano, la ciudad tiene su encanto, y ello se traduce en áreas verdes a diestra y siniestra, algunas casas de madera, parques, plazas, miradores, comercios, tiendas de artesanías, bulevares, alamedas, restaurantes y mercados. Elementos que la convierten en una ciudad dinámica y con mucho por hacer.

Además de esos detalles, un factor que simplifica la vida en Puerto Maldonado es que no hay carros ni tráfico. Como sí ocurre en las grandes capitales. Los medios de transporte por excelencia en esta ciudad son las motocicletas y moto-taxis. Lugareños y extranjeros andan en ellos y, al margen de lo pintoresco, es habitual en las metrópolis selváticas del Perú. Otro aspecto que debo resaltar es el trato amable y receptivo de la gente local. Están siempre dispuestos a ayudar y orientar al turista que encuentre complicaciones.


ATRACTIVOS
Ir desde el aeropuerto al centro de la ciudad toma unos 15 minutos en moto-taxi y la tarifa que se paga es de S/. 10 (US$ 3,5). A Puerto Maldonado se le conoce como la “Capital de la Biodiversidad”. En virtud de ese título, el primer atractivo turístico que debe visitar es, precisamente, el “Mirador de la Biodiversidad”, una estructura de 52 metros de altura cuya cima permite observar impactantes vistas panorámicas de toda la urbe y el manto verde que se extiende más allá de sus límites. Fue inaugurado el 25 de setiembre de 2002 y está en una pequeña rotonda situada en el cruce de las avenidas Fitzcarrald y Madre de Dios.

El recorrido debe seguir hasta la Plaza de Armas. Lo puede hacer caminando (si gusta de conocer la ciudad a pie) o a bordo de un moto-taxi, lo que tardará unos 5 minutos. Lo más destacado de este espacio es la torre que está al centro. Es un reloj de estilo japonés que fue un regalo de la colonia nipona a las autoridades de Puerto Maldonado. Árboles de mango y palmeras adornan la plaza y la tiñen de verde, por lo que vale la pena tomarse unos buenos minutos para tomar fotografías desde diversos ángulos.

Caminar bajo el inclemente sol tendrá sus consecuencias. Naturalmente, habrá ganas de refrescarse y un buen lugar para hacerlo es la heladería-café “Gustitos del Cura”, frente a la plaza, en el jirón Loreto 258. Helados y jugos de todas las frutas conocidas y selváticas —recomiendo en especial el helado de cupuazú, conocida como el cacao blanco—, sánguches, embutidos y postres conforman la nutrida carta de este concurrido negocio. Ojo, los miércoles descansan.

Si la idea es comer algo más contundente, como para la hora de almuerzo, mi humilde recomendación es ir al Burgos’s Restaurant, ubicado en la calle Puno 108, en la alameda que se cruza para ir al Puente Continental. ¿La especialidad? Comida típica amazónica: juanes, cecinas y tacacho (cerdo grillado ahumado con plátanos) y pescados de río. También ofrece comida criolla de otras regiones del Perú. Acompañe su ágape culinario con un jugo de maracuyá bien helado y un Pisco Sour.

Con la barriga llena y el corazón contento, lo siguiente que podría hacer es ir al Madre de Dios Ferry Dock para tomar una lancha y pasear en el río Madre de Dios. No está lejos de la Plaza de Armas. Solo debe tomar el jirón Arequipa, en dirección al río, y llegar al cruce con la calle Billinghurst. Luego de ello, debe bajar por la 26 de Diciembre, caminar un par de cuadras,  y listo. Encontrará el ingreso de Puerto Capitanía.

El costo por persona para pasear el lanchas es de S/. 20 (US$ 7,5 aproximadamente) y el recorrido dura 1 hora con 30 minutos, llegando a la margen derecha del río, donde se cruza el río Tambopata y se descubre la llanura selvática que promete deslumbrar la vista. Lleve una buena cámara, memoria y batería suficientes, y binoculares. Hay mucha biodiversidad para ver.

Otro lugar imperdible es el Inkaterra Butterfly House, ubicada cerca del aeropuerto de Puerto Maldonado, es un jardín de mariposas y un centro de bienvenida y de información para los viajeros. Este lugar de descanso incluye una cafetería, sala de espera, servicios higiénicos con duchas, almacén de equipaje, Internet y tienda de souvenirs.

Las mariposas son criadas en el laboratorio, donde crecen larvas de diferentes especies; un extenso jardín ofrece la oportunidad de observar a las mariposas en su hábitat natural. Los viajeros pueden aprender más acerca de la diversidad de flora y fauna en la Reserva Nacional de Tambopata.

Basta de texto. Vamos con las fotos y videos de esta hermosa ciudad. Habrá un próximo post sobre los demás puntos turísticos de la región. Y es que en Madre de Dios se encuentran cuatro de los más importantes ecosistemas naturales del Perú: el Parque Nacional del Manu, la Reserva Nacional Tambopata, el Parque Nacional Bahuaja Sonene y la  Reserva Comunal Amarakaeri. En estas áreas habitan especies como lagartos, otorongos, boas, anacondas, sajinos, sachavacas, venados, ronsocos, monos, osos perezosos, tortugas, loros, entre otras. Por supuesto, también albergan  ejemplares de fauna amenazada como el jaguar, el lagarto negro, el manatí, diversas tortugas de río, la nutria de río, el guacamayo rojo, el delfín rosado y el paiche.


Se necesitan como mínimo dos semanas para recorrer todas.


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Datos útiles


Cómo llegar: a Puerto Maldonado se llega vía aérea, terrestre y combinada, es decir, terrestre-fluvial. Paso a detallar.

Aérea
Hay vuelos diarios desde Lima (con una duración de 1 hora y 30) y desde Cusco (con una duración de 45 minutos).


Terrestre
Las rutas más recomendables para los aventureros son Lima-Arequipa-Cusco-Puerto Maldonado, (2024 km) con una duración de 42 horas aproximadamente, y Lima-Nasca-Abancay-Cusco-Puerto Maldonado, (1619 km) con una duración de 43 horas aproximadamente.


Combinada
Desde Cusco hasta Paucartambo-Salvación (terrestre), en Boca Manu-Colorado por el río Madre de Dios a Puerto Maldonado (fluvial), el viaje tiene una duración aproximada de 4 días.


Dónde quedarse
El Wasaí Puerto Maldonado Eco Lodge, a orillas del río Madre de Dios, es una buena alternativa, ideal para eco-turistas. Cuenta con su propia empresa operadora de turismo ,equipada con una flota de embarcaciones, equipos y guías propios. El Hotel Don Carlos también es una opción a tomar en cuenta y además tiene vista al río Tambopata. Más cerca de la plaza de armas, Cabaña Quinta ofrece un restaurante al aire libre.



La plaza de armas de Puerto Maldonado. Está a unos 15 minutos del aeropuerto en moto-taxi.

La nueva alameda turística, cercana a la plaza de armas, se abrió a raíz de la inauguración del Puente Continental en julio de 2011.  

Precisamente, la entrada al Puente Continental se encuentra al finalizar la alameda.

El restaurante Burgos's es uno de los más prestigiosos de Puerto Maldonado. Está en la alameda que muestro en la imagen anterior.

Juane y tacacho con cecina y chorizo. Un plato típico de las regiones selváticas del Perú.

Sus 723 metros convierten al Puente Continental en el más extenso del país. En la margen opuesta del río Madre de Dios se encuentra el centro poblado de El Triunfo y siguiendo la Carretera Interoceánica se llega hasta Río Branco, en Brasil.

Mirador de la Biodiversidad, en el centro de Puerto Maldonado.

Desde la cima de esta estructura se obtienen vistas impactantes de la ciudad.


Allí está el río Madre de Dios, un acercamiento desde lo alto del mirador y el manto selvático de fondo.


La avenida Madre de Dios. La perspectiva nos lleva hacia la selva. 


La avenida Fitzcarrald, una de las principales arterias de Puerto Maldonado.

Zoom in de la avenida Fitzcarrald. Llena de comercios y mercados. La actividad es intensa.

Las motocicletas son el principal medio de transporte en Puerto Maldonado. En esta ciudad no existe eso de "congestión vehicular".

Otra imagen del Mirador de la Biodiversidad. Destacan los grabados en madera de su estructura.

El Madre de Dios Ferry Dock, en Puerto Capitanía. Desde aquí parten las lanchas y catamaranes para las excursiones fluviales.

Los turistas abordan aquí las embarcaciones para pasear en el río Madre de Dios.

Vista del Puente Continental tomada desde el bote.

El caimán, uno de los inquilinos del río Madre de Dios. Esto es lo que le gusta ver a los turistas.


Los paseos en lancha duran 1 hora y 30 minutos, aproximadamente.

La llanura selvática reflejada en el río Madre de Dios. Por algo dicen que es un espejo.

El puente, el río y el atardecer. Esta postal es obligatoria.

Da ganas de quedarse en Puerto Maldonado, pero hay que volver. Este es el aeropuerto de la ciudad. 

Subámonos al moto-taxi.


martes, 31 de julio de 2012

El camino a Oxapampa

Había dicho en el texto anterior que Oxapampa, una de las provincias de la región Pasco, ameritaba un post aparte. Obvio, su riqueza turística -también típica de ceja de Selva, rodeada de montañas, colinas y abundante vegetación- no es susceptible de agotarse en uno o dos párrafos.

Pero vamos por partes. Quienes hayan recorrido la Selva Central de Junín y tengan planeado ir hacia 'Oxa' (como se le conoce en el argot popular), en Chanchamayo hay servicios de transporte turístico que parten desde el centro de la ciudad, y por una tarifa accesible que bordea los S/.20 (US$ 7) van hacia este destino. Los buses son limpios y decentes, incluye guía (no en todos los casos, ojo) y paradas en miradores que hay en la ruta. Para los aficionados y amantes de la fotografía de paisajes, este último detalle es vital, pues el potencial gráfico que ofrece el valle durante el trayecto es inagotable.

En promedio, llegar a Oxapampa desde Chanchamayo toma unas dos horas. El camino que sigue el bus es la carretera Anatolio Toledo (llamada así en homenaje al padre del ex presidente, fallecido el mismo día en que se inauguró la obra, hace como siete años atrás), una vía bien hecha, asfaltada y que permite un viaje sin mayores sobresaltos.

Dejo un pequeño video que preparé con un extracto de la ruta. Verán que en el camino es posible observar las viviendas construidas al estilo tirolés, hechas de madera y con techos a dos aguas. No es para menos: hablamos de una ciudad que desde su fundación, el 30 de agosto de 1891, acogió a familias alemanas y austríacas que se trasladaron desde Pozuzo. Lo mejor de todo es que sus descendientes permanecen hasta hoy.

Volveré próximamente con otro post de Oxapampa. Enjoy!



lunes, 23 de julio de 2012

Chanchamayo, esencia de Selva

Dese un salto por La Merced o San Ramón y compruebe que la naturaleza es bendita. Aroma a café, colinas verdes e interminables, campiñas extensas y llenas de frutos del campo, cataratas que vierten agua cristalina y biodiversidad en su máxima expresión. Alístese para una quimérica travesía por el corazón de la Selva Central.

Extensas campiñas y colinas verdes. Vegetación por doquier. Chanchamayo es un paraíso que destaca por su biodiversidad y por ser un destino perfecto para ecoturistas. (Click en la imagen para verla mejor)

 ¿Harto del estrés de Lima? Tiene que venir aquí. Una escapada a Chanchamayo será suficiente para cambiar de aires y, mejor aún, de panorama. Imagine los miles de edificios reemplazados por profusas colinas verdes; la caótica vía expresa convertida en una extensa campiña de cultivo  y el incesante bullicio capitalino suplido por frescos y melodiosos cantos de exóticas aves.

Eso es Chanchamayo. Esencia de selva. Pero no de cualquiera: de selva central. Ubicado en plena región Junín, es un excelente destino para las fiestas patrias que están a la vuelta de la esquina. Vale la pena animarse a recorrer este paraíso verde.

A SU MERCED
La Merced no solo es capital de Chanchamayo, también es la Capital Cafetalera del Perú. Precisamente, su generosa y nutrida vegetación y el ineludible aroma a café (ver apunte al final) son dos atributos que invitan a conocerla.

Atractivos obligados para comenzar la travesía son el puente colgante Kimiri, construido en 1905; el perfil del indio Juan Santos dormido, formado por la conjunción de dos cerros de alta pendiente, y el mirador Villa Progreso, desde donde es factible obtener una privilegiada vista de la unión de los ríos Perené y Chanchamayo.

Asignatura obligatoria también es visitar dos de las más emblemáticas caídas de agua de la región: la catarata de Bayoz y Velo de la Novia. Ambas se encuentran a 31 kilómetros de la ciudad de Perené —a 20 minutos de La Merced— y cuentan con caídas de agua cristalina, proveniente del río Bayoz, que superan los 60 y 120 metros de altura respectivamente. La zona es ideal para acampar.

Otro punto fijo en el itinerario debe ser el jardín botánico El Perezoso. Este complejo ecológico posee más de 20,000 especies de flora, entre las que destacan plantas medicinales y ornamentales como orquídeas, bromelias, crotones, cedro caoba, tornillo, moena, pino chuncho, uña de gato, sangre de drago, bejucos, ayahuasca, zarzaparrilla, cascarilla y aguaje. Los duchos guías se encargarán de facilitarle la explicación respectiva.

A 18 kilómetros de La Merced, se encuentra la comunidad Pampa Michi, conformada por familias de la etnia Ashaninka. Si usted es de los que se aventura a interactuar con los nativos, esta es una inmejorable oportunidad. Pareciera como si el tiempo no hubiera pasado para ellos. Mantienen sus costumbres y no están contaminados de la modernidad. Visten las típicas túnicas pintadas a mano, llamadas cushma, como las que usaban sus antepasados.

Por último, su primer recorrido podría finalizar visitando la caverna La Olada, a 20 kilómetros de Perené. Se trata de una formación en cuyo interior pueden observarse estalactitas y estalagmitas. Tiene una garganta de 35 metros de altura por 40 de ancho y 1,500 metros de profundidad. Si le asustan los murciélagos, piénselo dos veces antes de entrar.

ENTRADA DORADA
El viaje debe continuar, sí o sí, por San Ramón, uno de los seis distritos que conforman la provincia de Chanchamayo. Conocido como La Puerta de Oro de la Selva Central, este pequeño y pintoresco pueblo es el núcleo del movimiento de la región.

Rodeado de cerros llenos de vegetación y propenso a muchas lluvias durante el invierno, San Ramón se las ingenia para gozar de una importante producción agrícola y ganadera. La más próspera de la zona.

Su primer stop debe hacerlo en el Área Natural Protegida de Pampa Hermosa, a 24 kilómetros de la ciudad. Este bosque, hoy Santuario Nacional, tiene una superficie de 11,543 hectáreas y es hábitat de uno de los árboles milenarios conocido por los pobladores locales como "el abuelo": el cedro gigante, de 38 metros de altura por 20 de diámetro y 300 años de antigüedad.

En ese espacio natural también encontrará flora y fauna típica de selva alta. Gallitos de las rocas, osos de anteojos, tucanes, tigrillos, mariposas, helechos y orquídeas son algunos ejemplares con los que se cruzará, amén de los miradores naturales, cataratas y otras bondades que descubrirá allí.

Pero el espectáculo natural no acaba allí. El siguiente punto del trayecto debe ser la catara El Tirol, a cinco kilómetros de San Ramón. Sus 35 metros de altura ostentan una furiosa caída de agua cristalina con tonos de verde esmeralda que toma prestados de la selva. Flora asombrosa y magnífica adorna y acompaña el paisaje: lianas, helechos, orquídeas, palmeras y frondosos árboles.

San Luis de Shuaro podría ser su siguiente parada si plantea conectar con otro destino. Ocurre que este es el distrito con menos desarrollo en toda la provincia y solo posee las cataratas de Sanshirio como máximo atractivo. Eso sí, es el primer pueblo que aparece en el desvío a Oxapampa y por tal razón es muy transitado. ¿Oxapampa? Sí. Más Selva Central para disfrutar. Pero esa es otra historia que amerita otro post.

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Ruta del placer
Mención aparte merece una propuesta turística impulsada por el  Gobierno Regional de Junín, pero poco aprovechada por los operadores locales: la Ruta del Café. Como buen productor del grano, Chanchamayo alberga una serie de fundos que conforman un atractivo circuito ideal para ecoturistas ávidos de experiencias ligadas a la naturaleza. El Fundo Brasil y el Fundo Monterrico son dos puntos obligatorios en este camino. Se trata de construcciones del siglo XIX que aún mantienen la arquitectura de la época y en donde el apego a la tradición se evidencia también en la forma de cultivar el café. Por supuesto, las variedades de la semilla están a la orden del día: borbon rojo, azul y el café redondo.

El recorrido finaliza en la planta de procesamiento Chanchamayo Highland Coffee, compañía que exporta el grano a Italia, Finlandia, Suiza, Francia y Alemania. Solo por mencionar algunos mercados.

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Datos útiles

Ubicación: Chanchamayo es una de las provincias que conforman el Departamento de Junín. Limita al norte con Pasco, al este con Satipo, al sur con Jauja y al oeste con Tarma.

Clima: Los valles de Chanchamayo y Satipo (selva baja) tienen un clima tropical, cálido y húmedo, con una temperatura promedio de 24°C (75ºF), una máxima de 32°C (90ºF) y una mínima de 14°C (57ºF). La temporada de lluvias va de octubre a abril, por lo que se recomienda viajar entre mayo y setiembre.

Cómo llegar: Vía terrestre (la más tradicional) desde Lima, el viaje dura entre siete u ocho horas, tomando la carretera central y pasando por Chosica, San Mateo, Infiernillo, Ticlio, La Oroya, y Tarma.


Comparto algunas de mis fotografías. Hagan click sobre la imagen para visualizarlas mejor.


Plaza de Armas de Chanchamayo

Puente colgante Kimiri, construido en 1901 por los pobladores de la zona con el afán de comunicar ambas márgenes del río Chanchamayo.

Tiene una longitud de 75 metros y su arco principal, construido con cal y canto tiene una puerta de acceso de 4 metros de alto.

Perfil del nativo dormido. Al observar la silueta que forman las montañas es posible apreciar el rostro, torso y parte inferior del un cuerpo. Algunos pobladores refieren que se trata del perfil de Juan Santos Atahualpa.


Confluencia de los ríos Chanchamayo y Paucartambo. Está en el anexo de Villa Progreso.

Turistas moviéndose al ritmo de las danzas de la comunidad nativa de Pampa Michi.

Río Chanchamayo

Catarata de Bayoz, en el distrito de Perené. Está compuesta por dos saltos de agua que en total suman 60 metros.

En las altas paredes rocosas de la catarata se puede practicar descensos de rappel.

Planta de algodón.

Otra catarata: Velo de la novia. También en Perené. 120 metros de caída de agua, que para contemplarla mejor es necesario descender hasta el Cañon de Yurinaki.


Panorámica del valle de Chanchamayo. Queda claro por qué se le llama "ceja de Selva".


Por fortuna, las pistas y carreteras en Chanchamayo están en óptimo estado. Recorrer la región en auto es más cómodo que hace 10 años.



domingo, 22 de julio de 2012

Para todos los gustos, Huaraz

Ciudad como pocas. Poseedora de un potencial turístico capaz de satisfacer al más exigente viajero. Así es la capital de Ancash: un cóctel de deslumbrantes paisajes, privilegiada fauna y flora, cristalinas lagunas, imponentes nevados y restos arqueológicos

Panorámica de Huaraz desde el mirador de Rataquenua. El nevado Huascarán protege a 'su' ciudad.

Hay un destino, en plena sierra noroccidental del Perú, que fusiona la armonía de los paisajes naturales con el vértigo de la aventura: Huaraz. A 3,080 metros sobre el nivel del mar se erige esta ciudad, emplazada en el corazón del pintoresco valle del Callejón de Huaylas, que discurre entre la majestuosidad de las cordilleras Blanca y Negra y el abundante caudal del serpenteante río Santa.

Huaraz es la capital del departamento de Ancash y constituye uno de los puntos turísticos más importantes de los Andes peruanos. Su geografía urbana contrasta tajantemente con las edificaciones de adobe y tejas que son típicas de las localidades de la serranía. Y es que luego del descomunal terremoto del 31 de mayo de 1970, toda la zona devastada experimentó un rediseño total, y ello le dio aires de modernidad propios de Lima. Hoy, solo la calle José Olaya, del barrio de La Soledad, conserva rezagos del antiguo aspecto de la ciudad. 

AMISTAD INTERNACIONAL
A partir de la colaboración extranjera que recibió para socorrer a las víctimas de aquel desastre, Huaraz se hizo conocida como la Capital de la Amistad Internacional. Y es lo que es. Pues la ciudad pone a disposición del viajero una amplia gama de posibilidades orientadas a satisfacer sus expectativas; desde alternativas para el relajo y tranquilidad, hasta paquetes turísticos para los más avezados amantes de la adrenalina.

Tanto la ciudad de Huaraz como los otros pueblos del Callejón de Huaylas —Recuay, Carhuaz, Caraz y Yungay— cuentan con una eficiente y variada red de hospedajes. Es posible encontrar hoteles y hostales de diversas categorías. Además, existen casas particulares —autorizadas por el municipio— que ofrecen alojamiento a precios módicos.

Si usted es un viajero que llegó a Huaraz, quizá acompañado por su familia, y tiene la intención de recorrer la ciudad, una opción podría ser empezar por el Museo Arqueológico de Ancash. Ubicado frente a la Plaza de Armas, este recinto exhibe una importante colección de figuras de piedra de la cultura Recuay, así como piezas de cerámica y textiles de las culturas Chavín, Mochica, Huari y Chimú.

Como segundo paradero, podría escoger la casa del patrono de la ciudad: la iglesia del Santuario del Señor de la Soledad. Esta edificación levantada tras el terremoto del 70 alberga la reverenciada imagen del Cristo, que data del siglo XVI, y otras efigies religiosas como El Nazareno y el Señor de la Resurrección.

A dos kilómetros al este se encuentran los restos arqueológicos de Waullac, otra opción no menos interesante para continuar su travesía. Compuesto por cinco estructuras de piedra en forma de nichos, el lugar se asemeja a un antiguo cementerio preincaico perteneciente al período Huari. Y qué mejor final para el periplo que una vista panorámica de todo Huaraz. Para ello hay que movilizarse hasta el mirador de Rataquenua, a siete kilómetros al este.

En los alrededores del Callejón de Huaylas también hay un completo circuito turístico que se recomienda no dejar pasar. Se trata de Recuay, Aija, Marcará, Carhuaz, Mancos, la histórica Yungay y Caraz, destinos que permiten al viajero tomar contacto directo con las bellezas naturales, la cultura y el folclor local.

Y cómo dejar de dar una vuelta por la quebrada de Llanganuco —famosa por sus dos lagunas, Warmicocha y Orconcocha, ambas de agua color verde turquesa—; por el Parque Nacional Huascarán, una de las áreas naturales protegidas más importantes del país, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1985; y por el complejo arqueológico Chavín de Huántar, legado histórico de los hombres Chavín donde se puede apreciar recintos piramidales, templos, galerías, esculturas líticas de gran valor artístico y simbólico, como las cabezas clavas, y el lanzón monolítico.

DE LA ARMONÍA AL VÉRTIGO
Huaraz también es sinónimo de aventura. Los glaciares de la imponente cordillera Blanca son perfectos para la práctica del andinismo, sobre todo entre mayo y setiembre, y el esquí. Los versados devotos de este deporte pueden demostrar sus habilidades en los nevados de Pastoruri, Copa, Hualcán, Huascarán y Vallunaraju.

Los ciclistas de montaña encontrarán una gran variedad de senderos prehispánicos donde es imposible no apreciar la flora, la fauna, los picos imponentes, las quebradas y los cañones profundos. Los aficionados a la caminata también tienen rutas para escoger. En tanto, el río Santa, aquel que atraviesa todo el Callejón de Huaylas, es ideal para la práctica del canotaje y el kayac.

Como se ve, hay Huaraz para todos los gustos.

Datos de interés

Ubicación: Huaraz se encuentra al sureste de la provincia del mismo nombre, en el Departamento de Áncash, y a 407 kilómetros al norte de Lima.

Clima: Presenta un clima templado de montaña tropical, soleado y seco durante el día y frío durante la noche, con temperaturas medias anuales entre 11°-17° C y máximas absolutas que sobrepasan los 21° C. La temporada de lluvias va de diciembre a marzo, por lo cual se recomienda viajar entre abril y noviembre.

Cómo llegar: Desde Lima hay dos opciones. Vía terrestre, en transporte interprovincial, el viaje dura unas 7 horas. También se puede llegar vía aérea, hacia el aeropuerto de Anta, en un trayecto que dura entre 45 minutos y 1 hora en LC Perú, la única compañía que opera hacia este destino.


Comparto algunas fotografías que tomé en un par de viajes que hice a Huaraz.


Laguna Querococha, a 3.980 metros sobre el nivel del mar. Uno de los atractivos obligatorios.
  

En los alrededores de la laguna encontrará a estos pequeñines, ovejita en mano, para la foto respectiva.


Sitio arqueológico Chavín de Huántar, otrora capital de la cultura Chavín.

Las estructuras del complejo fueron construidas enteramente en piedra, muchas de ellas granito blanco.

Dicen que en su origen, Chavín fue un centro de culto y sus templos tenían carácter sagrado.


Una de las típicas cabezas clavas Chavín, empotrada en uno de los muros del templo.

La laguna de Llanganuco y sus aguas turquesas es otro de los atractivos obligatorios. Está en el Parque Nacional Huascarán.

Entrada al Campo Santo de Yungay. Aquí yacen los restos de lo que fueron las ciudades de Yungay y Ranrahirca, sepultadas por el alud de nieve que ocurrió producto del terremoto del 31 de mayo de 1970.

Obelisco que conmemora a los 25.000 moradores que fallecieron aquel fatídico día.

Lleve, lleve, caserito su videito de la avalancha a full color.

Los paisajes impactantes de la Cordillera Blanca se dejan ver más generosos camino al nevado Pastoruri. 

El primer tramo de ascenso al nevado se hace a caballo. También lo puede hacer a pie, pero se recomienda guardar energías.

Tras unos 15 minutos de subida a caballo, toca hacerlo a pie. El trayecto es largo, de aproximadamente 1,5 kilómetros.

Los pequeños (y obligatorios) descansos que se tome entre subida y subida aprovéchelos no solo para comer chocolate o caramelos de limón, sino también para inmortalizar postales de la Cordillera Blanca.

He aquí la bienvenida al Pastoruri. 5.000 metros sobre el nivel del mar.


Es cierto. El volumen de nieve ha descendido comparado con lo que era hace 20 o 30 años atrás, pero sigue siendo un bastión turístico.


En 1995, la superficie glaciar del nevado era de 1,8 kilómetros cuadrados. Para 2005, sólo era de 1,1.

El daño que causa el calentamiento global es irreversible. Algunos expertos pronostican que sus capas de nieve podrían desaparecer dentro de 15 o 20 años. 

Bosque de Puyas de Raimondi. Otra parada obligatoria de regreso a la ciudad de Huaraz.

Por si a alguien le quedaba la duda, aquí otra muestra más de que vivimos en un país bendito.


Plaza de Armas de Huaraz, una joyita de la sierra norte peruana.