domingo, 22 de julio de 2012

Para todos los gustos, Huaraz

Ciudad como pocas. Poseedora de un potencial turístico capaz de satisfacer al más exigente viajero. Así es la capital de Ancash: un cóctel de deslumbrantes paisajes, privilegiada fauna y flora, cristalinas lagunas, imponentes nevados y restos arqueológicos

Panorámica de Huaraz desde el mirador de Rataquenua. El nevado Huascarán protege a 'su' ciudad.

Hay un destino, en plena sierra noroccidental del Perú, que fusiona la armonía de los paisajes naturales con el vértigo de la aventura: Huaraz. A 3,080 metros sobre el nivel del mar se erige esta ciudad, emplazada en el corazón del pintoresco valle del Callejón de Huaylas, que discurre entre la majestuosidad de las cordilleras Blanca y Negra y el abundante caudal del serpenteante río Santa.

Huaraz es la capital del departamento de Ancash y constituye uno de los puntos turísticos más importantes de los Andes peruanos. Su geografía urbana contrasta tajantemente con las edificaciones de adobe y tejas que son típicas de las localidades de la serranía. Y es que luego del descomunal terremoto del 31 de mayo de 1970, toda la zona devastada experimentó un rediseño total, y ello le dio aires de modernidad propios de Lima. Hoy, solo la calle José Olaya, del barrio de La Soledad, conserva rezagos del antiguo aspecto de la ciudad. 

AMISTAD INTERNACIONAL
A partir de la colaboración extranjera que recibió para socorrer a las víctimas de aquel desastre, Huaraz se hizo conocida como la Capital de la Amistad Internacional. Y es lo que es. Pues la ciudad pone a disposición del viajero una amplia gama de posibilidades orientadas a satisfacer sus expectativas; desde alternativas para el relajo y tranquilidad, hasta paquetes turísticos para los más avezados amantes de la adrenalina.

Tanto la ciudad de Huaraz como los otros pueblos del Callejón de Huaylas —Recuay, Carhuaz, Caraz y Yungay— cuentan con una eficiente y variada red de hospedajes. Es posible encontrar hoteles y hostales de diversas categorías. Además, existen casas particulares —autorizadas por el municipio— que ofrecen alojamiento a precios módicos.

Si usted es un viajero que llegó a Huaraz, quizá acompañado por su familia, y tiene la intención de recorrer la ciudad, una opción podría ser empezar por el Museo Arqueológico de Ancash. Ubicado frente a la Plaza de Armas, este recinto exhibe una importante colección de figuras de piedra de la cultura Recuay, así como piezas de cerámica y textiles de las culturas Chavín, Mochica, Huari y Chimú.

Como segundo paradero, podría escoger la casa del patrono de la ciudad: la iglesia del Santuario del Señor de la Soledad. Esta edificación levantada tras el terremoto del 70 alberga la reverenciada imagen del Cristo, que data del siglo XVI, y otras efigies religiosas como El Nazareno y el Señor de la Resurrección.

A dos kilómetros al este se encuentran los restos arqueológicos de Waullac, otra opción no menos interesante para continuar su travesía. Compuesto por cinco estructuras de piedra en forma de nichos, el lugar se asemeja a un antiguo cementerio preincaico perteneciente al período Huari. Y qué mejor final para el periplo que una vista panorámica de todo Huaraz. Para ello hay que movilizarse hasta el mirador de Rataquenua, a siete kilómetros al este.

En los alrededores del Callejón de Huaylas también hay un completo circuito turístico que se recomienda no dejar pasar. Se trata de Recuay, Aija, Marcará, Carhuaz, Mancos, la histórica Yungay y Caraz, destinos que permiten al viajero tomar contacto directo con las bellezas naturales, la cultura y el folclor local.

Y cómo dejar de dar una vuelta por la quebrada de Llanganuco —famosa por sus dos lagunas, Warmicocha y Orconcocha, ambas de agua color verde turquesa—; por el Parque Nacional Huascarán, una de las áreas naturales protegidas más importantes del país, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1985; y por el complejo arqueológico Chavín de Huántar, legado histórico de los hombres Chavín donde se puede apreciar recintos piramidales, templos, galerías, esculturas líticas de gran valor artístico y simbólico, como las cabezas clavas, y el lanzón monolítico.

DE LA ARMONÍA AL VÉRTIGO
Huaraz también es sinónimo de aventura. Los glaciares de la imponente cordillera Blanca son perfectos para la práctica del andinismo, sobre todo entre mayo y setiembre, y el esquí. Los versados devotos de este deporte pueden demostrar sus habilidades en los nevados de Pastoruri, Copa, Hualcán, Huascarán y Vallunaraju.

Los ciclistas de montaña encontrarán una gran variedad de senderos prehispánicos donde es imposible no apreciar la flora, la fauna, los picos imponentes, las quebradas y los cañones profundos. Los aficionados a la caminata también tienen rutas para escoger. En tanto, el río Santa, aquel que atraviesa todo el Callejón de Huaylas, es ideal para la práctica del canotaje y el kayac.

Como se ve, hay Huaraz para todos los gustos.

Datos de interés

Ubicación: Huaraz se encuentra al sureste de la provincia del mismo nombre, en el Departamento de Áncash, y a 407 kilómetros al norte de Lima.

Clima: Presenta un clima templado de montaña tropical, soleado y seco durante el día y frío durante la noche, con temperaturas medias anuales entre 11°-17° C y máximas absolutas que sobrepasan los 21° C. La temporada de lluvias va de diciembre a marzo, por lo cual se recomienda viajar entre abril y noviembre.

Cómo llegar: Desde Lima hay dos opciones. Vía terrestre, en transporte interprovincial, el viaje dura unas 7 horas. También se puede llegar vía aérea, hacia el aeropuerto de Anta, en un trayecto que dura entre 45 minutos y 1 hora en LC Perú, la única compañía que opera hacia este destino.


Comparto algunas fotografías que tomé en un par de viajes que hice a Huaraz.


Laguna Querococha, a 3.980 metros sobre el nivel del mar. Uno de los atractivos obligatorios.
  

En los alrededores de la laguna encontrará a estos pequeñines, ovejita en mano, para la foto respectiva.


Sitio arqueológico Chavín de Huántar, otrora capital de la cultura Chavín.

Las estructuras del complejo fueron construidas enteramente en piedra, muchas de ellas granito blanco.

Dicen que en su origen, Chavín fue un centro de culto y sus templos tenían carácter sagrado.


Una de las típicas cabezas clavas Chavín, empotrada en uno de los muros del templo.

La laguna de Llanganuco y sus aguas turquesas es otro de los atractivos obligatorios. Está en el Parque Nacional Huascarán.

Entrada al Campo Santo de Yungay. Aquí yacen los restos de lo que fueron las ciudades de Yungay y Ranrahirca, sepultadas por el alud de nieve que ocurrió producto del terremoto del 31 de mayo de 1970.

Obelisco que conmemora a los 25.000 moradores que fallecieron aquel fatídico día.

Lleve, lleve, caserito su videito de la avalancha a full color.

Los paisajes impactantes de la Cordillera Blanca se dejan ver más generosos camino al nevado Pastoruri. 

El primer tramo de ascenso al nevado se hace a caballo. También lo puede hacer a pie, pero se recomienda guardar energías.

Tras unos 15 minutos de subida a caballo, toca hacerlo a pie. El trayecto es largo, de aproximadamente 1,5 kilómetros.

Los pequeños (y obligatorios) descansos que se tome entre subida y subida aprovéchelos no solo para comer chocolate o caramelos de limón, sino también para inmortalizar postales de la Cordillera Blanca.

He aquí la bienvenida al Pastoruri. 5.000 metros sobre el nivel del mar.


Es cierto. El volumen de nieve ha descendido comparado con lo que era hace 20 o 30 años atrás, pero sigue siendo un bastión turístico.


En 1995, la superficie glaciar del nevado era de 1,8 kilómetros cuadrados. Para 2005, sólo era de 1,1.

El daño que causa el calentamiento global es irreversible. Algunos expertos pronostican que sus capas de nieve podrían desaparecer dentro de 15 o 20 años. 

Bosque de Puyas de Raimondi. Otra parada obligatoria de regreso a la ciudad de Huaraz.

Por si a alguien le quedaba la duda, aquí otra muestra más de que vivimos en un país bendito.


Plaza de Armas de Huaraz, una joyita de la sierra norte peruana. 


1 comentario:

  1. Como todo huaracino, me siento orgulloso de serlo,pues no hay otra tierra como la mía.
    Turistas Extranjeros y Nacionales El Callejon de Huaylas y el Conchucos los espera con los brazos abiertos.

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